jueves, 28 de marzo de 2019

A lo largo de este...

 
...mes los alumnos de E.S.O. y Bachillerato están participando en celebraciones penitenciales de Cuaresma en la capilla.

viernes, 22 de marzo de 2019

domingo, 17 de marzo de 2019

jueves, 14 de marzo de 2019

Vuelve un año más...

...la Semana Solidaria, esta vez del 8 al 11 de abril.

Como en años anteriores, habrá actividades de sensibilización, talleres, deporte... Aún no está todo cerrado, por lo que se aceptan sugerencias y ayuda.
 
Con lo recaudado se  pretende apoyar a la comunidad de Carmelitas Teresas de San José que trabaja en la escuelita comunitaria Estrelinhas, con niñas de 3 a 5 años, de Macomía (Mozambique).

Por ello salen ya a la venta -por 2€- las papeletas para la rifa solidaria. El número premiado deberá coincidir con las tres últimas cifras del primer premio del sorteo de la Lotería Nacional del 13 de abril.

Por tu ayuda desinteresada te damos las gracias de antemano.

Si quieres saber más sobre el proyecto puedes ver una presentación aquí y dos vídeos aquí y aquí.


Puedes ver...

...la oración de la mañana para marzo y abril aquí.
Si tienes curiosidad por la de febrero para los pequeños, aquí y para los mayores aquí; la de enero, aquí.

jueves, 7 de marzo de 2019

Ayer comenzó...

...la Cuaresma, y todas las clases, acompañadas por sus respectivos profesores, se turnaron para bajar a la capilla y celebrar el rito de imposición de la ceniza.
Entre el material que utilizó el sacerdote nos llamó la atención este...

...cuento breve para iniciar la Cuaresma:


Todos conocemos la parábola del hijo pródigo. Aquélla en la que había un padre que tenía dos hijos, y un día el hijo menor pidió la herencia que le correspondía y se marchó de casa a vivir la vida.


El mayor se quedó en casa... El menor, cuando se fue, se metió en asuntos de drogas, se hizo adicto y fue dilapidando la herencia que había reclamado; la malgastó, vivió de malas maneras y enfermó de sida.

De vez en cuando le rondaba la idea de retornar a casa pero la desechaba, unas veces por temor a ser mal recibido por sus padres y su hermano y vecinos, otras porque no se sentía capaz de volver a una vida ordenada y normal; le faltaba voluntad para ello.


Un año, cuando se acercaba la Pascua, se animó a escribir a su padre y a su hermano. Les pedía perdón por lo que había sucedido, les decía que no se atrevía a volver, pero que lo estaba deseando con toda su alma y con toda su vida rota.


Si estáis dispuestos a acogerme -les decía en la carta-, atad un pañuelo blanco en el árbol que hay delante de casa, junto a la vía del tren. Si veo el pañuelo blanco, me bajaré en la estación. Si no, aceptaré y comprenderé vuestra decisión y continuaré mi viaje...


El muchacho tomó el tren, y ya, cuando se puso en marcha, imaginaba el árbol, tan familiar, con un pañuelo blanco atado quizás en el extremo de aquella rama que estaba más próxima a la vía y por la que tantas veces se había encaramado y gateado desde niño.

Pero también se imaginaba el árbol totalmente desnudo y silencioso, y se le helaba el corazón, y los ojos se le llenaban de lágrimas.


Cuando el tren pasó aminorando la marcha frente a su casa, contempló el viejo árbol transformado; blanqueaba repleto de pañuelos que los suyos, familiares y amigos, habían colgado de sus ramas.

Cartelera de marzo: